lunes, 31 de enero de 2011

STANLEY TURRENTINE (Dearly Beloved)


Stanley Turrentine (st)
Shirley Scott (org)
Roy Brooks (d)
Año: 1961

Pistas:1.-Baia 2.-Wee hour theme 3.- My shining hour 4.- Troubles of the world 5.- Yesterdays
6.- Dearly beloved 7.- Nothing ever changes my love for you

Stanley Turrentine nación en Pittsburg (1934)  y fue una de las figuras legendarias de saxo tenor estadounidense. Tocó muchos palos. En los sesenta grabó una mezcla de soul-jazz, evolucionando a la fusión en los setenta y regresando  al jazz más ortodoxo en los ochenta. Si tuviéramos que asignarle una etiqueta, ésta podría ser el hard bop. 
Comenzó su carrera acompañando a Ray Charles y a finales de los cincuenta grababa con su nombre como líder de sus grupos. Destaca interpretando baladas y blues, donde se siente muy cómodo. Fue un gran improvisador con un sonido que algunos definen de barroco y denso. Como tantos otros saxofonistas  sus influencias van desde  John  Coltrane, pasando por Sonny Rollins y  Ben Webster hasta  Coleman Hawkins.
Este disco fue producido por Alfred Lion y grabado en los estudios de Rudy Van Gelder.
Stanley Turrentine es acompañado por la que era su esposa, la organista Shirley Scott, a la que conoció en el grupo del baterista  Max Roach. Se divorciaron en el año 71.
Dearly Beloved  refleja  fielmente su estilo musical, cálido, sensual y de brillante improvisación. La combinación saxo, órgano Hammond y batería, es una apuesta difícil que sin embargo en este trabajo se salda con un sobresaliente. Shirley Scoot  suple al bajo acústico y acompaña de forma brillante a  su marido.
El disco se inicia con “Baia”, composición del brasileño Ary Barroso, a la que pronto Turrentine le arrebata cualquier atisbo brasileño y la impregna de tonalidades jazzísticas. Notable la interpretación de Shirley Scott.
El corte “Wee Hour Theme”, es un blues de pura cepa, compuesto por Stanley T. La complicidad entre el saxo y el órgano va más allá de lo profesional. Sobresaliente.
En “Troubles of the World”  balada tradicional, el saxo brilla con luz propia.
¿Qué podríamos decir del estándar  Yesterdays”?. Turrentine está fantástico y el órgano desempeña el papel de bajo acústico de forma impecable.

El título que da nombre al disco, “Dearly Beloved” es otra composición de Jerome Kern, como la anterior, que con un ritmo más rápido, permite lucirse a los tres componentes con solos que dejan un buen sabor de boca.  
Stanley Turrentine murió de un infarto en la ciudad de Nueva York el 12 de septiembre de 2000.

viernes, 28 de enero de 2011

Café Central - Programación Febrero 2011

Café Central (Plaza del Ángel 10, Madrid)
Programación febrero (2011)



Del 31 de enero al 6 de febrero:
MASTRETTA
Nacho Mastretta.- Compositor, clarinete y acordeón
Miguel Malla.- Saxo Tenor y Clarinete
Marina Sorin.- Violonchelo
Diego Galaz.- Violín y Violín Trompeta
Luca Frasca.- Piano
Pablo Navarro.- Contrabajo
Coque Santos.- Percusiones

Del 7 al 13 de febrero:
ELISEO PARRA: “DIEZ”
Eliseo Parra.- Voz, guitarra, percusión
Eduardo Laguillo.-Teclados,percusión,guitarra,voz
Xavi Lozano.-Saxo, ambientación sonora y voz
Guillem Aguilar.- Bajo y voz
Pablo Martín
.-Voz y percusión
Jose Luis Ordóñez.- Voz y guitarra
Aleix Tobías.-Voz y percusión

Del 14 al 20 de febrero:
ABE RÁBADE TRÍO: ZIGURAT
Abe Rábade.- Piano
Pablo Martín Caminero.- Contrabajo
Bruno Pedroso.- Batería
 

Del 21 al 27 de febrero:
POSÉ, ROPER, SALVADOR TRÍO
Iñaki Salvador.- piano
Francisco Pose.- contrabajo
José Vázquez “Roper”.- batería

miércoles, 26 de enero de 2011

Cambio de Imagen

Tres meses después del inicio de  su andadura “lahabitaciondeljazz” cambia su imagen. La anterior sirvió para salir a Internet y dar sus primeros pasos. Esta pretende ser  más cálida y cercana. Espero que os guste y así, cuando visitéis esta habitación, tengáis una estancia mas grata.

miércoles, 19 de enero de 2011

LOUIS ARMSTRONG: Enormísimo cronopio





Las leyendas nacen o si no, se hacen. Louis Armstrong es una leyenda de la música por mérito propio a la que algunos  historiadores han querido añadir tintes patrióticos, haciéndole nacer el 4 de julio de 1900 (¡qué mejor que nacer el día de la fiesta nacional y comienzo de siglo¡) cuando en realidad nació un 4 de agosto de 1901. Otro dato, sus padres no fueron esclavos como también se dice (nacieron después de la emancipación negra). Sin necesidad de aditivos ridículos, Armstrong  es uno de los mayores músicos de jazz de todos los tiempos. Hijo de  padres separados, vivió con su abuela y desde muy pequeño vendió   carbón a los prostíbulos, en los que se tocaba jazz clásico, situados en el barrio de Nueva Orleáns llamado  Storyville,  cerrado  años más tarde  por la Marina norteamericana pues, decían, no era buena para la  moral de su ejército.
Con doce años, no se le ocurre otra cosa que celebrar  la llegada del  año nuevo disparando al aire varios tiros  con un 38 de su padrastro (tuvo seis padrastros). Esto le llevó a dar con sus huesos a un internado  y lo que normalmente es un destino que marca negativamente la vida de un menor, en el caso de Louis no fue así, pues  allí empezó practicando con varios instrumentos, hasta adoptar la corneta como “su” instrumento.

En Storyville conoció a King Oliver quien  le adoptó musicalmente hablando incorporándole a su Creole Jazz Band  como segunda corneta. Su paso por este grupo le proporcionó  experiencia y la que fue su primera mujer, Lili Harden,  pianista del grupo. Pero su talento pronto destacó sobre el del propio Oliver.

Ya como líder  fundó dos grupos,  los Hot Five y  posteriormente los Hot Seven; ninguno de los dos grupos  actuó nunca   en “vivo” pero, sin embargo, realizaron muchas grabaciones.

Sin Louis Armstrong el jazz  no sería lo que es actualmente. Su contribución fue enorme. Hasta su llegada, todo giraba alrededor de de un tempo preestablecido, él se adelantaba o retrasaba creando una nueva forma de atacar las melodías,  produciendo lo que hasta entonces apenas existía,  swing.
Innovó la creación,  siendo pionero también en la improvisación individual, creando estructuras que en muchas ocasiones eran más bellas que la propia melodía original, estructuras que son usadas  aún hoy día,  por los intérpretes de jazz. Fue lo que se denomina  un entertainer , es decir, un artista capaz de mantener él solo la atención del público.

A mediados de los años cuarenta, con varios cientos de grabaciones a sus espaldas,  tenía decenas de imitadores  y un gran éxito pero no comparable al de las orquestas formados por blancos (Benny Goodman por ejemplo). Se hacía necesario un giro en su carrera, potenciar los esporádicos devaneos que había tenido con la interpretación vocal. La crisis de la guerra mundial, potenció los grupos pequeños frente a las grandes orquestas difícilmente financiables, lo que motivó la desaparición paulatina de éstas.

El 8 de febrero de 1947 actúa en el Carnegie Hall de Nueva York, acompañado por un sexteto, actuación que repite un par de veces más también acompañado de grupos pequeños, lo que le mueve a seguir en escena pero con este nuevo formato. Forma los All Star con grandes músicos solistas de la época, Jack Teagarden Earl Hines, entre otros.

La vertiente de vocalista la inició en los años veinte, pero  fue en los cuarenta cuando empezó a tener éxito más allá del entorno jazzístico. Así, durante casi veinticinco años más, Louis Armstrong deleitó a sus incondicionales con canciones como La vie en rose, Ramona, Mack the Knife, Hello Dolly o el famosísimo What aWonderful World.

Su voz ronca, debido a una afección de sus cuerdas vocales, le caracterizó durante toda su carrera como jazzmen vocal. Su éxito fue enorme y su posición no siempre en defensa de los negros le valió no pocas críticas de algunos coetáneos como Billie Holiday o el propio Miles Davis que le tachaba de payaso al servicio de los blancos.

Hombre de carácter extrovertido,  en una gira fue recibido junto a su cuarta esposa Lucille, por Pío XII. Este les preguntó si tenían hijos y  Louis  le contestó que no,  pero que se divertían mucho intentándolo.

Satchmo (satchelmouth, boca en forma de hucha)  vendió millones de discos y actuó  en los cinco continentes  prácticamente hasta el día de su muerte, el 6 de julio de 1971, dos días después de cumplir 71 años.   

Obviamente, ya no podemos disfrutar de una actuación suya, pero recomiendo la lectura de la obra de Julio Cortazar, La vuelta al día en ochenta mundos, concretamente el  relato titulado Louis, enormísimo cronopio, en el que el autor describe, de forma magistral,  la salida a escena y la posterior actuación de Louis Armstrong el 9 de noviembre de 1952 en París.

viernes, 7 de enero de 2011

Pannonica de Koenigswarter: Pasión por el jazz ( y 2)



Pannonica, cambió una vida cómoda, lujosa, rodeada fundamentalmente de blancos impolutos por  otra más errática, rodeada de músicos negros,  con los que compartió alegrías, tristezas pero sobre todo, inolvidables horas de buen jazz.
Fue allí, en la Gran Manzana, donde su afición al jazz ,que engendró durante su permanencia en Francia, se desbordó y pudo contactar con alguno de los más famosos intérpretes de la década de los 50 y 60,  cuyos nombres han quedado como imprescindibles del género jazzístico.
En 1954  acudió a un  concierto de Thelonius Monk en la Sala Pleyel de París. Mary Lou Williams (pianista), le presentó a Monk. En ese instante nació una amistad  ¿amor? entre ambos que duraría hasta la muerte del pianista.
Mecenas  de los grandes  del jazz, no sólo les consiguió nuevos contratos  si no que defendió sus derechos para lo que  se afilió al sindicato de músicos desde dónde consiguió  que en 1967 se aboliera el carné  para poder actuar y el que los músicos negros tuvieran que dejar sus huellas dactilares antes de actuar en los clubes. En numerosas ocasiones asumió la responsabilidad de las infracciones  presuntamente cometidas por sus protegidos.
Es imposible  saber cual fue la aportación de esta mujer al jazz. Imposible saber qué habría sido de músicos como   Coleman Hawkins, epiléptico y solitario, de Bud Powell,  depresivo,  de Charlie Parker, atrapado por las drogas y el alcohol o de Thelonius Monk, a quien ayudó económicamente durante su misterioso retiro de varios años, no  sólo del panorama musical, si no también del civil.
Nicca recorría cada noche, al volante de su Bentley, los clubes más concurridos del momento: Five Spot, el Village Vanguard, el Birdland, Minton’s Playhouse, o el Small’s en Harlem, en los que el humo  impregnaba sus coloridos vestidos y sus cabellos castaños en extraña  convivencia con su perfume.
Sentada en una mesa, con su enorme boquilla con la que fumaba  un pitillo al que previamente había encendido con la desproporcionada llama de su mechero, oyendo, mirando el escenario, empapándose de jazz, pálida, delgada, mirada nostálgica,  plena  de momentos vividos.
La dedicaron una  veintena de temas musicales, entre ellos   Sony Clark (“Nica”, “My dream of Nica”), Kenny Drew (“Blues for Nica”), Tommy Flanagan (“Thelonica”), Horace Silver (“Nica’s dream”), Monk (Ba-Lue Bolivar Ba-Lue-Are y Pannonica).
Aconsejada por  Thelonius Monk, adquirió una casa en  Nueva Jersey a la que Monk bautizó Catsville (actualmente Cathouse). La palabra “cat” adquiere un doble sentido: gato, debido a los más de 120 ejemplares que poseía  Nicca en esa casa y porque en la jerga afro-musical, “cat” significa tipo o músico. Precisamente en esa casa pasó gran parte de su “retiro” Monk al que se ha hecho referencia anteriormente.

Uno de los momentos más duros en su vida  fue la muerte de Charlie Parker en su habitación del hotel dónde se refugió días antes de fallecer; este hecho fue recogido por Clint Eastwood en la película dedicada a Parker que lleva por título Bird y cuyos detalles le proporcionó la propia Nicca.

Nos  dejó uno de los mejores reportajes fotográficos sobre los músicos de los años 50 y 60. Con su Polaroid fotografió a más de trescientos  a los que preguntó cuales eran sus tres deseos. Ese extraordinario archivo gráfico se acaba de editar  en Francia en  forma de libro bajo el título: Les musiciens de jazz e leur trois  voeux, en  el que aparece en portada, como no podía ser de otra manera, la silueta del gran Thelonius Monk.